Madrid, 21 de marzo 2023. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad para las mujeres, por encima de cualquier cáncer, y responsable del 35% del total de muertes en mujeres a nivel mundial, así lo recoge el propio ministerio de sanidad en su Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV) publicada recientemente. Según el organismo oficial, esto se debe a que las mujeres con enfermedad cardiovascular suelen estar infradiagnosticadas e infratratadas, generando graves consecuencias debido al estrés o ansiedad ante un cuadro característico de dolor sintomático de angina de pecho.
Sin embargo, según la Encuesta Europea de Salud en España del 2020, del 87,56% de la población mayor de 15 años que ha consultado a un médico, cerca del 84% eran hombres, pero más de un 91% correspondía a consultas de mujeres, siendo éstas quienes usan los servicios hospitalarios con más frecuencia. Entonces, ¿dónde se encuentra el origen del problema?
La Dra. Leticia Fernández-Friera, cardióloga, socia fundadora, directora de la Unidad de Cardio-Mujer en Atria Clinic e impulsora en nuestro país del movimiento Corazón de Mujer, llega a la misma conclusión que la recogida en la ESCAV: “el hecho de ser mujer presupone enfrentarse a situaciones únicas: embarazo, maternidad, menopausia y, en muchos casos, trabajo doméstico unido a otras obligaciones laborales. En esta vorágine diaria se entiende la facilidad de equivocación de los síntomas de una enfermedad cardiovascular con un cuadro de ansiedad” a lo que añade la cardióloga: “por eso, hay que alzar la voz ante el hecho de que la mujer está infradiagnosticada, infratratada e infraestudiada ante las enfermedades cardiovasculares, lo que da lugar a este dato estremecedor, 1 de cada 3 mujeres muere cada año por estas patologías, ocurriendo una muerte cada 6 minutos en Europa”.
Por otra parte, existen datos desconocidos entre la opinión pública, e incluso entre profesionales médicos, y que son de vital importancia conocer: las diferencias existentes entre sexos en cuanto a los síntomas, y así: un infarto en la mujer puede manifestarse a través de peculiaridades como dolor en la mandíbula, en la espalda o decaimiento. En este punto, la Dra. Fernández-Friera destaca la importancia de las campañas de concienciación, porque “la información es el motor para el cambio. Curiosamente, en el campo de la enfermedad cardiovascular, las mujeres no se sienten vulnerables ni identifican los síntomas, este hecho es el que hay que cambiar en nuestra sociedad”.
Pero si la mujer está infradiagnosticada frente a las enfermedades cardiovasculares en general, el problema se agrava cuando la patología en sí misma es la gran desconocida dentro de estas afecciones, como ocurre con la valvulopatía cardíaca. Cecilia Salvador, paciente y presidenta de AEPOVAC, Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardíacas y Anticoagulados así lo indica: “la detección y diagnóstico de una valvulopatía en la mujer es doblemente difícil. Es muy frecuente el caso de mujeres que tardan a acudir a un especialista por desconocimiento de la enfermedad y sus síntomas y son objeto de un tratamiento tardío. La ESCAV así lo ha reconocido en su contenido con una referencia significativa: las mujeres con estenosis aórtica grave tienden a ser derivadas más tarde y tienen una mortalidad mayor que los hombres”
En conclusión, la concienciación y la prevención en las enfermedades cardiovasculares son claves para evitar que siga aumentando la mortalidad femenina, como afirma la Dra. Pilar Jiménez-Quevedo, especialista en cardiología y hemodinámica del Hospital Clínico San Carlos “cuando las mujeres son diagnosticadas de valvulopatías son más mayores y se encuentran más sintomáticas en comparación con los hombres, lo que se traduce, en muchos casos, en un diagnóstico tardío. Afortunadamente, contamos con procedimientos cada vez menos invasivos como el implante transcatéter de la válvula aórtica, lo que se denomina TAVI, cuyos resultados en mujeres son excelentes”.
La Dra. Fernández-Friera, como abanderada del movimiento Corazón de Mujer, concluye: “Revertir esta situación en la mujer es posible, empezando por nosotras mismas. Es necesario incidir en la importancia de conocer los riesgos asociados a la enfermedad cardiovascular en la mujer y crear hábitos de vida saludables. Para ello, existen Unidades Especializadas, con la tecnología y los profesionales necesarios, capaces de llegar a prevenir hasta el 80% de las muertes femeninas por enfermedades del corazón”.
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Compañías como Novartis, han colaborado en esta acción de concienciación.